La malagueña: un testimonio personal
Sobre la malagueña y su origen han escrito muchos expertos flamencólogos; no podemos repetir aquí todo lo que se ha dicho sobre este cante, en algunos casos con buen estilo y gran conocimiento. Una pequeña muestra de esto, pueden ser los siguientes ejemplos:
No podemos dudar del origen de las malagueñas. Sin lugar a dudas, su cuna es Álora. Lo demuestran las llamadas “cuneras” que por su antigüedad, hasta se desconocen los nombres de sus creadores. Éstas son también conocidas por “perotas” y “perotes” son los naturales de Álora, aunque su verdadero nombres sea el de aloreño.
De los cantes por malagueñas, he llegado a recopilar 40 variedades musicales diferentes, con los nombres de sus creadores o recreadores, o sus apodos, su lugar de naturaleza o sus letras originales.
¿No es una verdadera lástima que los malagueños apenas conozcan una docena de ellas? ¿No sería posible la promoción y divulgación de éste cante, aunque fuera tan sólo en nuestra provincia?
Málaga posee un tesoro en cantes flamencos que nunca ha sido valorado con justicia. No sé si por desonocimiento o por apatía; pero es el caso, que esa es la pura realidad.
(Pepe Navarro, “Cosas del cante. Las malagueñas”, en diario Sur, 15 de septiembre de 1970)
¡Ay, Málaga, así es tu cante… hondo, generoso y áspero, cante que canta herido y bravío y que parece nacer en las entrañas de los barrancos de Álora!
(Tomás Andrade de Silva en Antología del Cante Flamenco)
La malagueña surgió, según todos los síntomas en Álora.
(Ángel Álvarez Caballero en Historia del Cante Flamenco)
Tenemos, pues, la malagueña perota como núcleo inicial, por ello también llamadas cuneras…
(José Luque Navajas)
Es cante de Rompe y rasga y de entrega tierna. Cante que suspira, solloza y se encrespa.
(Andrade de Silva)
Para mí, la malagueña es uno de los cantes más bonitos, completos, serios y sentidos para quien lo escucha, y de más difícil y comprometida interpretación. Álora es, con razón, su cuna. Por sus características, la malagueña tenía que nacer en este rincón, porque ningún otro terrero es tan propicio para su desarrollo. Una de las letras de malagueñas que más me gustan – y las hay numerosas y bellísimas – es la siguiente:
Si es que pasas por la ermita
del Cristo del Desengaño
por Dios te pido, hermanita,
que hables con el ermitaño
siquiera una palabrita.
(Juan Calderón Rengel, “Pincelada flamenca (II)”, en diario Sur, 24 de diciembre de 1981)
Podíamos seguir acumulando frases e ideas sobre la malagueña, pero nos interesa ahora recoger el testimonio de un hombre que ha “experimentado” la malagueña en primera persona, interpretándola. Se le ha pedido que deje por escrito su opinión que, en este caso, es antes que nada experiencia personal. Este hombre es uno de los coautores de este libro y su testimonio personal es el siguiente:
Mi amigo Francisco Martín Vila me pide que hable un poco de la malagueña, y … ¿qué puedo decir yo de éste cante que no hayan proclamado ya los estudios e investigadores?
Como simple aficionado y cantaor que soy, diré que es un cante grande, con cierta dificultad y mucha belleza, como casi todos los palos de esta bendita música que es el flamenco.
Para cantar bien la malagueña, puesto que se trata de un cante ab libitum, se necesita temple, dulzura y, sobre todo, hacerlo con gusto. Estas son las únicas armas para someter a un cante bravo y pujante, como se consideran las malagueñas de El Canario, El Perote o La Trini.
Como dice José Carlos de Luna: “Tiene arrestos de caña, sentimientos de seguirillas, matices de soleares…, y no se parece a ninguna… Es ella suave, femenina, desgarrada”. Creo que estas palabras nos dan una definición bastante hermosa y completa de la malagueña.
Recordando las creadas por cantaores perotes, tengo que decirte, amigo Paco, que todas son distintas, que tienen nombre propio y que son difíciles de interpretar. Son las malagueñas perotas o cuneras, las primeras. Esto no quita que lejos de esta tierra se crearan también algunos estilos, como por ejemplo hicieran don Antonio Chacón, El Mellizo, etc., pero Álora ya tenía estilo propio, de ahí que todos los investigadores la consideren cuna de la malagueña.
Para terminar recordaremos algunos nombres ilustres, algunos de los cantaores perotes creadores de malagueñas como lo fueron El Canario, Juan Trujillo El Perote, Joaquín Tabaco, Diego El Perote y el Cachorro.
Espero, amigo Vila, haber satisfecho al menos parte de tu curiosidad e interés por este cante tan grande y tan nuestro como de todo aquel aficionado que, aun siendo de otra tierra, tenga el orgullo de disfrutar escuchándolo.
(Benito Moreno, Álora, Enero de 2001)
Dada la vinculación de este cante con Álora y de su importancia para el mundo flamenco en general, era un deseo público de los aficionados (y de algunos flamencólogos) que tuviera un homenaje público en un monumento. La corporación Municipal ha proyectado y comenzado dicho monumento en uno de los lugares más emblemáticos de Álora: la Plaza de los hermanos Zamudio, en la zona del futuro Cine-teatro. El Autor del proyecto es el escultor D. Miguel García Nava; y consistirá en una fuente de piedra y bronce, cuyo surtidor dejará caer agua sobre unas piedras; y llevará la siguiente inscripción:
Con las cuneras el primer brote,
en este pueblo nacieron
las del Canario y las del Perote
que en mundo fama le dieron.
Éste de Álora será el tercer monumento dedicado al cante flamenco en la provincia de Málaga, después del de Juan Breva (Vélez-Málaga) y el del Niño de las Moras (EL Palo, Málaga). Esperamos que este proyecto llegue Pronto a buen puerto.
(Cantaores y guitarristas de Álora, por Francisco MartínVila y Benito Moreno López, editado por La Diputación de Málaga en 2006)
El monumento a la malagueña o al cante por malagueñas, fue una realidad el 14/04/2005